martes, 3 de noviembre de 2009

Hoy empieza el debate por la reforma electoral



Hoy empieza el debate por la reforma electoral.

No es un tema menor. Se trata nada más y nada menos que de la forma en que todos los argentinos vamos a elegir las próximas autoridades.
¿No le interesa saber como será el nuevo mecanismo para hacer más transparentes y participativos los comicios?

Veamos primero lo que hay que modificar o agregar. Es innegociable que haya boleta única. Es uno de los temas que los Kirchner ni mencionaron. Cristina dijo que quería boletas divertidas y de colores. De ninguna manera se puede tolerar que otra vez los grandes partidos le roben a los chicos las boletas que no pueden reponer.

La oposición debería ponerse firme: sin boleta única no hay reforma creíble. En Córdoba ya adoptaron este sistema.

Otro cambio es liberar las trabas para que todos los partidos que quieran presentarse lo puedan hacer sin problemas. Es tiempo de sembrar nuevas esperanzas que tal vez entusiasmen a una franja de los ciudadanos. Hay que fomentar y no limitar la participación. No debe haber requisitos mínimos para los partidos aún a riesgo de que sigan subsistiendo algunas pymes familiares que hacen negocios con partidos minúsculos.

Hay que pelear en el Congreso para que el que controle la elección no sea el ministerio del Interior. Hay que fundar un instituto independiente que sea monitoreado por el Congreso de la Nación. Más transparencia imposible.

Y finalmente es muy bueno que no se permitan aportes de empresas y que el reparto de publicidad en medios audiovisuales sea parejo para todos. Para que haya igualdad de oportunidades para todos. Para que nadie con chequera opulenta tenga ventajas.

Eso si, el estado debe dejar de hacer publicidad oficial desde el mismo día en que comienza el proceso de elecciones internas.

Ahora lo bueno. Hay que mantener a rajatabla las internas abiertas, simultáneas y obligatorias. Es una manera de que todos los argentinos nos hagamos responsables de la vida de los partidos y no solo los afiliados o los aparatos clientelares.

Le doy un ejemplo, tal vez el mas claro. Si hay internas en el PJ y Néstor Kirchner se presenta como candidato existe la posibilidad de que cualquier ciudadano independiente ( 7 de cada 10 argentinos) vaya y vote por el candidato que enfrenta a Néstor Kirchner. Si pierde no se podrá presentar a las elecciones generales de 2011. ¿Se entiende? Es la posibilidad de que el ciudadano no afiliado influya para mejorar los candidatos de todos los partidos. Nadie se puede hacer el desentendido.

No hay que tenerle nunca miedo al voto de la gente. No hay que restringir el sufragio. Todo lo contrario, hay que abrir las puertas y ventanas de los partidos para que entre aire fresco y todos nos hagamos cargo. Una democracia mejor significa tener mejores ciudadanos y mejores candidatos. De eso se trata. Y de nosotros depende.


Fuente: Alfredo Leuco

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